El buen funcionamiento de nuestro sistema renal es primordial para el mantenimiento de la salud y la vida, a pesar de ser dos órganos pequeños, los riñones se encargan de filtrar nuestra sangre de toxinas y de mantener el equilibrio de fluidos y sustancias químicas en el cuerpo, por otra parte producen algunas hormonas que regulan la presión arterial, favorecen la producción de hematíes o glóbulos rojos y fortalecen el sistema óseo al activar la vitamina D de nuestro cuerpo. Por todas estas funciones vitales que dependen de los riñones, es imprescindible cuidar al máximo nuestro sistema renal.
Existen afecciones físicas que alteran el funcionamiento del sistema renal y que lamentablemente pueden llevar al individuo al deterioro progresivo de su salud y hasta la muerte, las más frecuentes entre la población son la hipertensión arterial y la diabetes, además de los componentes genéticos propios de aquellos que han tenido familiares aquejados por la insuficiencia renal.
Para mantener la salud de tu sistema renal es importante tomar en consideración los siguientes consejos:
Al hidratarte no debes exagerar el consumo de líquidos, pues por encima de los 8 vasos de agua diarios recomendados, el riñón estaría efectuando un mayor trabajo y no se ha demostrado científicamente que esta sobre hidratación mejore la función renal
Como la hipertensión y la diabetes atentan contra la salud renal es recomendable seguir una dieta baja en sodio, grasas y carbohidratos refinados, de esta forma estas dos enfermedades podrán controlarse más fácilmente
No auto medicarse, ni siquiera en el empleo de multivitamínicos y minerales, pues existen algunos compuestos y sustancias que en ciertas cantidades se tornan tóxicas para los riñones
Elimina el cigarrillo de tu vida pues está comprobado que este hábito afecta los vasos sanguíneos, por tal motivo los riñones comienzan a tener un flujo sanguíneo insuficiente que va deteriorando su funcionamiento, además el tabaco está relacionado con el cáncer de riñón y la hipertensión arterial
Ejercítate con regularidad, esto favorece el riego sanguíneo, disminuye la presión arterial y controla el peso, pero debes hacerlo sin esforzarte en demasía, pues esto puede provocar ruptura de los músculos con la consiguiente sobre carga de proteínas en la sangre que afecta la salud renal.