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Ginkgo Biloba es una planta, un arbusto, del cual se usan particularmente sus hojas para obtener extractos con los que fabricar ciertos medicamentos. En ocasiones también es habitual usar las semillas pero aún existen pocos estudios acerca de sus beneficios y contraindicaciones. Es una de las especies más antiguas que se conocen en el mundo y debido a que pueden llegar a vivir incluso mil años, se le atribuye una interminable lista de propiedades beneficiosas para el cuerpo humano. Habitualmente es un fármaco usado para tratar la gran mayoría de enfermedades propias de la edad como el Alzheimer o la degeneración macular. También es normal encontrarlo en muchos cosméticos y sobretodo en productos para la pérdida de peso ya que mejora considerablemente la circulación sanguínea, lo que a su vez ayuda a la hora de que el organismo se deshaga de las grasas y toxinas acumuladas. Por otro lado, también contiene ciertas sustancias capaces de matar hongos y bacterias que son las causantes de muchas de las infecciones que sufre nuestro cuerpo. Pero hay que tener un cuidado especial sobre todo con sus semillas, porque estas contienen unas toxinas que pueden provocar pérdida de conocimiento y convulsiones.
Beneficios de usar Ginkgo Biloba
El Ginkgo Biloba se recomienda para tratar prácticamente cualquier dolencia o enfermedad que padezcamos pero hay que tener en cuenta que no es una panacea y que aunque es efectivo para muchas dolencias, no lo es para todas. En especial es muy beneficioso para tratar los problemas de memoria típicos de la enfermedad de Alzheimer, para mejorar la concentración en los jóvenes estudiantes, contra el vértigo y los mareos, para aliviar los dolores por mala circulación de la sangre, también parece ser capaz de mejorar el daño causado por el glaucoma en el campo visual e incluso se cree que alivia los síntomas más acusados del síndrome premenstrual. Tanto los extractos obtenidos de las hojas de ginkgo como las semillas, se usan para tratar problemas distintos aunque recordamos que las semillas no han sido estudiadas lo suficiente pero se suelen usar para combatir algunos síntomas del asma y la bronquitis, así como problemas de la piel como la sarna y ciertos problemas digestivos y urinarios. Las hojas por su parte tienen aplicaciones más extensas donde además de las ya mencionadas también encontramos que puede ser eficaz contra el vitíligo, aliviar los dolores producidos por la fibromialgia e incluso la pérdida de audición.
¿Existen contraindicaciones?
El Ginkgo Biloba interactúa con gran cantidad de medicamentos por lo que es recomendable consultar con su médico antes de tomarlo. Como ya hemos mencionado, las semillas poseen unas toxinas nocivas para el organismo incluso tomándolas tostadas, en crudo las semillas son venenosas y podrían causar convulsiones e incluso la muerte. Las hojas también pueden causar ciertas reacciones alérgicas y efectos secundarios leves como dolor de cabeza, estreñimiento o mareos. La fruta y la pulpa de la misma, suele producir fuertes reacciones alérgicas a las personas con alergias ya confirmadas a algunas plantas como la cascara del mango o la hiedra y el roble venenoso. No se recomienda tomar Ginkgo Biloba durante el embarazo ni en el periodo de lactancia ya que puede provocar un parto prematuro o pérdida excesiva de sangre durante el parto. No debe tomarse si está en tratamiento contra la diabetes ya que podría interferir en la efectividad de los medicamentos. Del mismo modo si sufre alguna enfermedad como la epilepsia no es recomendable tomarlo ya que puede producir convulsiones. Aunque no existen estudios concisos, se cree que el ginkgo puede provocar infertilidad a largo plazo y por último, ya que es capaz de retardar la coagulación sanguínea es mejor que no lo tome si debe someterse a una cirugía.
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