Como sabes, hay dietas que te permiten perder peso en pocos días. En concreto la que quiero comentarte te permitirá perder peso en una semana, 7 días, con un resultado de 3 kilos menos. Eso sí, has de cuidarte muy bien las siguientes semanas y no abusar ya que, de lo contrario, la dieta puede volverse una dieta yoyo.
La dieta se basa en la ingesta de alimentos light que no aporten mucho al organismo, solo lo suficiente como para mantenerlo en forma pero con el objetivo de que queme lo que ya se tiene.
Por ejemplo, como desayuno tenemos una infusión (manzanilla, poleo menta, etc.) con una tostada de pan integral (nada de echarle gran cantidad de mantequilla, lo mejor es el aceite) y unos 100 gramos de sandía o de melón por ser dos frutas que tienen mucha agua.
La dieta nos sigue con la media mañana (aunque algunas personas se lo saltan). A esa hora hay que tomar un huevo duro y un vaso de leche desnatada.


Para el almuerzo se puede disfrutar de caldo light (puede ser caldo de pavo pero solo un vaso de caldo, nada de sopa con carne), y después un poco de pollo o pescado a la plancha. Como acompañamiento puedes tomar una patata hervida (cocida) y 2 naranjas o 2 mandarinas.
Para la merienda se puede repetir lo mismo que el desayuno o tomar un yogurt. Es importante no saltárselo para que el estómago no esté vacío muchas horas. Además, eso solo conseguirá que la cena la tomes con más ansias y te siente mal además de engordarte.
Hablando de la cena, aparte del caldo de sopa que puedes tomarte, lo mejor son verduras cocidas o hervidas salvo patatas y batatas. También puedes tomar frutas menos plátano y uvas porque tienen muchas calorías.
Con esto seguro que consigues perder peso rápidamente aunque no esperes un milagro, perderás unos 3 kilos máximo.

La dieta mediterránea considerada ya como un estilo de vida saludable y bien estructurado, por los científicos, es la opción más acertada no solo para perder peso si no para tener una salud de hierro. Con esta dieta tendremos un aporte equilibrado de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Las proteínas que aportaran un 15% de la energía total diaria, ayudan a regenerar el tejido con el cual está formado el organismo, en el caso de la proteína de origen animal que resulta más completa que la proteína de origen vegetal, es recomendable no abusar y consumir ambos tipos de alimentos de forma combinada. Las grasas que aportaran un 35% de la energía total se reducirán principalmente a grasas de origen vegetal y el pescado, ya que son grasas poliinsaturada y protege nuestro sistema cardiovascular. En esta parte debemos diferenciar los ácidos grasos saturados que serán un total del 10% consumido, los ácidos grasos poliinsaturados que serán del 8% consumido y los ácidos grasos monoinsaturados que serán del 15% consumido. Para los hidratos de carbono, los cuales representaran el 50% del aporte energético diario es más recomendable el consumo de carbohidratos complejos que se encuentran en las pastas y legumbres, ya que además del aporte de fibra también contienen vitaminas, antioxidantes y minerales.

Alimentos de la dieta mediterránea

Para una correcta dieta mediterránea, debemos tener en cuenta que aunque no es necesario seguir un menú estricto si tenemos que ser conscientes de que existen unas pautas alimenticias que debemos tener en cuenta. De este modo lo principal es saber que debemos comer abundantes alimentos de origen vegetal, como los cereales o derivados, legumbres, fruta, verduras de todo tipo y de vez en cuando patatas. No está de más añadir a tus comidas cantidades moderadas de queso, yogur o leche, de igual modo que se recomienda tomar un poco de pescado azul, carne de ave o huevos a la semana. Los frutos secos o las aceitunas están aceptados pero con cierta moderación y lo mismo ocurre con la miel. Como consejos generales es buena opción consumir alimentos de temporada así como cocinar nuestros platos con aceite de oliva, pero con moderación. Por otro lado la carne roja puede consumirse de vez en cuando, pero tratando de que solo sean unas pocas veces al mes. La sal no es bienvenida en la dieta mediterránea por lo que se aconseja usar especias y hierbas aromáticas para nuestros platos, los cuales podemos acompañar con una copa de vino tinto si es de nuestro agrado. Como no, para que una dieta sea cual sea tenga efecto es indispensable que hagamos algo de ejercicio para mantenernos en forma y sobre todo para que nuestro sistema cardiovascular se encuentre en plena forma.

Beneficios de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea posee infinidad de beneficios para nuestro organismo y nuestra salud, empezando por el hecho de que seguir esta dieta nos obliga a volver a las buenas costumbres como cocinar nuestras comida y comer adecuadamente, cosas que resultan complicadas debido al ritmo de vida que nos vemos obligados a llevar. Por ejemplo, el cocinar nuestras comidas con aceite de oliva nos aporta un bienestar general porque sus componentes regulan nuestro organismo y nos ayuda a eliminar toxinas. En el caso del generoso aporte de ácidos grasos Omega 3 que nos da esta dieta, nos protegen de cáncer de color y de mama. Por otro lado, es una dieta ideal para personas que sufren de diabetes y por otro lado cuida de nuestro cuerpo porque es rica en antioxidantes. Además de evitar problemas cardiovasculares también evitar que suframos de obesidad y en su defecto que perdamos peso de una forma saludable y equilibrada. Al contener un bajo aporte calórico, si la combinamos con algo de ejercicio moderado, podemos perder peso de forma sencilla. Lo más llamativo es que la recomendación de tomar una copa de vino tinto durante las comidas, se ofrece ya que resulta beneficioso para el organismo gracias a sus componentes que son un gran aliado contra las enfermedades cardiovasculares. Sin duda, la dieta mediterránea es una de las dietas más eficaces que existen.

Como ocurre con todo, hay dietas que son mejores que otras, dietas que sirven a una persona y no a otra, o que son muy agradables de hacer. Eso es lo que nos encontramos aquí, con la dieta amable, o The Kind Diet, elaborada por la actriz Alicia Silverstone, una dieta vegana, es decir, de verdura, eliminando la carne, los productos lácteos, el azúcar blanco y todos los alimentos procesados.
La dieta se basa en las plantas abogando porque son buenas para el cuerpo y porque ahora mismo los animales ya no consumen "tanto verde" como antes lo cual quiere decir que su carne no es tan recomendable de comer como antes. Además, una dieta basada en verduras requiere menos energía, agua y otros elementos que si añadiéramos la carne (como sabes la carne te da sed).
El problema de la dieta que puedes tener es que si se eliminan todos los productos de origen animal puedes tener problemas de deficiencias como falta de calcio, hierro, vitamina B12, vitamina D, etc. Por tanto hay que intentar consumir alimentos de animales magros o bajos en grasa (o sustituirlos por vitaminas pero para eso mejor que te las recete un experto).


Qué puedes comer
Como sabes, la dieta es vegetariana así que la carne está prohibida. A cambio, puedes consumir verduras, verduras marinas (que apenas se conocen pero pueden ser buenas), etc. Por su contra, estará prohibido el azúcar blanco, el café, el alcohol, los productos de origen animal, los alimentos procesados, etc.
Existen varios grados de la dieta, desde el más suave, para los que empiezan, hasta la más extrema, basada únicamente en verduras sin consumir nada más.
Un ejemplo de esta dieta, para un único día, podría darnos como desayuno unas tostadas con algo de verdura como es aguacate o tomate. También podría tomar mantequilla de maní que no te dará ningún problema. Esto mismo puedes tomarlo para merendar. otro ejemplo de desayuno sería tomar una pieza de fruta.
Para el almuerzo puedes decantarte por cualquier comida vegetariana como burritos vegetarianos, rollitos de primavera de verdura, etc. Y para la noche puedes degustar tu paladar con una pasta rústica con salsa marinera, brócoli al vapor, pan de ajo, etc.
La dieta es una con la que deberías tener cuidado y verificar que te va a venir bien. Has de saber que algunas dietas lo que te hacen es engordar, no por la dieta en sí, sino por los alimentos. ¿Eres de los que la verdura le adelgaza o engorda? Hay personas a quien le ocurre esto así que siempre es mejor consultar con un nutricionista para saber qué alimentos nos pueden venir bien, incluso en esta dieta, con el objetivo de conseguir rebajar el peso (puedes hacer terapia de choque jugando con varias dietas pero es recomendable que un experto te ayude para no hacerte ningún daño).
Esta dieta no se recomienda mantenerla mucho tiempo, y si empiezas a notar debilidad o falta de calcio, hierro, conviene hacerse una analítica para saber cómo están los niveles y el organismo en general.

La dieta para diabéticos es sin duda una de las mejores opciones para todas aquellas personas que padecen esta enfermedad, la cual se basa en que el organismo no es capaz de producir y utilizar la insulina de forma correcta y los niveles de glucosa en sangre están descontrolados. Una correcta alimentación además de la medicación necesaria, es importante para evitar problemas mayores que afecten a ciertos órganos del cuerpo. Gracias al control de los alimentos que se consumen, es más factible tener controlados los niveles de azúcar en sangre ya que las personas con diabetes deben tener un especial cuidado con su dieta. Para facilitar la ya de por si complicada vida de las personas con diabetes, se han diseñado distintos modelos de dieta para diabéticos, con el único fin de que puedan hacer una vida lo más normal posible. Convivir con una enfermedad como esta, puede ser una pesada carga emocional y mental para el paciente ya que no se puede bajar la guardia frente a los alimentos que se consumen. Aunque los tratamientos con insulina inyectada suelen ser efectivos en altos porcentajes, todo lo que el paciente ingiere debe ser controlado para evitar que se pierda el equilibrio a nivel orgánico.

La importancia de la dieta para diabéticos

La dieta para diabéticos es de vital importancia, porque sin ella o sin tener conocimientos de cuáles son los alimentos prohibidos para pacientes con diabetes, esto pueden poner en riesgo no solo su salud si no también su propia vida. Los niveles muy altos o muy bajos de azúcar conocidos también como hiperglucemia o hipoglucemia, respectivamente, puede llevar a la persona a sufrir un coma y tras este la muerte. La diabetes también influye negativamente sobre otros órganos del cuerpo como los riñones, los ojos, los nervios o los pies, y son numerosos los casos en que una diabetes desbordada ha dado paso a necesitar realizar amputaciones de las extremidades inferiores. A largo plazo la diabetes puede causar problemas en la boca, el aparato digestivo e incluso disfunción sexual. Por estos motivos la dieta para diabéticos cobra una vital importancia pues gracias a ella, los pacientes con diabetes pueden tener más controlados sus niveles de glucosa en sangre, además del tratamiento farmacológico que estén recibiendo. Es conveniente adquirir hábitos de alimentación más saludables, como limitar los alimentos con alto contenido en azúcar, comer menos grasas, usar menos la sal en las comidas, consumir alcohol con mucha moderación y dividir las comidas del día en porciones más pequeñas.

Alimentos prohibidos para diabéticos

En la dieta para diabéticos debemos excluir una seria de bebidas y alimentos que contienen no solo altos porcentajes de azucares si no que poseen otras sustancias que pueden empeorar la salud de la persona que padece de diabetes. Empezando por las bebidas, se deben evitar aquellas con altas cantidades de azúcar ya sean alcohólicas o no, como la cerveza o los licores, la sidra y la mayoría de los refrescos. Por otro lado las bebidas como el whisky o el vino contienen poco azúcar pero de igual modo deben ser consumidos con mucha moderación. Cualquier dulce que entre dentro de la bollería industrial debe estar prohibido ya que su alto contenido en azúcar podría llegar a ser peligroso para la salud. La miel o la nata son otros alimentos que pueden contener glucosa o azucares añadidos por lo que se recomienda la moderación, del mismo modo que ocurre con las pasas y los embutidos, que no están prohibidos pero se debe tener un especial cuidado. Las verduras en general son muy bien asimiladas por el organismo de los diabéticos, así mismo como las carnes blancas con poca grasa. La pasta puede ser consumida con cierta moderación del mismo modo que los lácteos bajos en sal como el queso fresco o desnatados como la leche y los yogures.

Los alimentos para adelgazar forman parte de una dieta sana y equilibrada, cuyo objetivo no es solo perder peso si no también mejorar el estado de nuestra salud. Con la ayuda de estos sanos alimentos, la tarea de adelgazar es mucho más sencilla y los resultados aparecen mucho antes de lo esperado siempre y cuando combinemos esto con un poco de ejercicio. Los alimentos para adelgazar se caracterizan por tener grandes cantidades de fibra, vitaminas y un poder saciante bastante eficiente. Esta combinación de propiedades hacen de este tipo de alimentos, algo indispensable en toda dieta sana que se precie ya que favorecen una correcta alimentación, además de que nuestro sistema digestivo es capaz de deshacerse de las grasas consumidas de una forma más eficiente. Esto no significa que comiendo este tipo de alimentos podamos tomarnos la libertad de consumir alimentos ricos en grasas, sino más bien nos proporcionan la seguridad de que nuestro organismo puede limpiarse adecuadamente de todas esas grasas y toxinas, sin que estas acaben acumulándose en nuestro cuerpo. De esta forma conseguimos mantener un funcionamiento correcto a nivel general y ganaremos tanto en salud como en energía para nuestro día a día.

Como funcionan los alimentos para adelgazar

Los alimentos para adelgazar funcionan de formas diferentes dependiendo de cuales sean sus propiedades más sobresalientes, como por ejemplo aquellos alimentos con cualidades diuréticas, con propiedades laxantes e incluso alimentos quemagrasas. Teniendo en cuenta que todos ellos son ricos en fibras, las cuales se encargan de atrapar la grasa en nuestro estómago y evitando así que esta sea absorbida en gran medida por nuestro organismo, tras lo cual es excretada de forma natural por nuestro cuerpo, estos alimentos son una gran ayuda para perder peso. Los alimentos para adelgazar con propiedades diuréticas se caracterizan por el hecho de que ayudan al organismo a que se deshaga de las sustancias innecesarias para nuestro cuerpo procurando así que no retengamos líquidos. En el caso de los alimentos para adelgazar con propiedades laxantes obtenemos los mismos resultados añadiendo que eliminamos más grasas a través de las heces y en el caso de los alimentos quemagrasas, estos funcionan de modo que se reduce el tejido graso gracias al tejido magro y aunque no ayudan a perder kilos si son ideales para transformar la grasa en musculo de una forma rápida y sencilla. Estos últimos alimentos son muy usados por los deportistas.

Alimentos que adelgazan

La lista de alimentos que adelgazan es mucho más extensa de lo que podamos creer ya que existen muchos y variados ingredientes que pueden convertir nuestra rutina culinaria en una fuente inacabable de salud. Empezando por los alimentos diuréticos, con alto contenido en agua, encontramos muchas frutas como la sandía, el tomate o los arándanos además de la piña y las uvas. También las verduras como los espárragos, la alcachofa o incluso el perejil poseen bondades diuréticas. En el caso de los alimentos que adelgazan y que son laxantes encontramos, con un alto contenido en fibra, los frutos secos como principal fuente de fibra y también las frutas desecadas como las ciruelas o los higos secos. Frutas como las frambuesas, el kiwi, la naranja o la granada son ideales para regular el tránsito intestinal. Las legumbres son otra alternativa muy saludable, además de las verduras de hoja verde que son muy efectivas. En el caso de los alimentos quemagrasa podemos encontrar una gran variedad de algas que comienzan a hacerse hueco entre muchas recetas habituales. También el pescado y algunas verduras como el apio, el ajo o la cebolla ayudan a quemar grasas y convertirlas en energía para nuestro cuerpo.

Las vitaminas son esenciales para la vida ya que promueven un correcto funcionamiento del cuerpo a nivel general. Existen diferentes tipos de vitaminas y se clasifican en dos grupos, las vitaminas liposolubles y las vitaminas hidrosolubles. Las vitaminas liposolubles suelen encontrarse en los alimentos que contienen grasa y a este grupo corresponden las familias de vitaminas A, D, E y K. Estas vitaminas se almacenan en el hígado y en la grasa del cuerpo, por lo cual no resulta necesario que se consuman de forma diaria. Además, este tipo de vitaminas pueden resultar toxicas si consumimos una cantidad exagerada de ellas, un equivalente a 10 veces la dosis recomendada. Es un error común que los deportistas tomen complejos vitamínicos a pesar de tener una dieta equilibrada. Las vitamina hidrosolubles como la vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantotenico), B6 (piridoxina), B8 (biotina), B9 (ácido fólico), B12 (cianocobalamina) y la vitamina C, se disuelven fácilmente en el agua por lo cual no pueden ser almacenadas y por tanto es recomendable consumirlas de forma habitual. No soportan bien el calor, por lo que al cocinar los alimentos se destruyen la gran mayoría de ellas. Además, no se almacenan en el organismo debido a que contienen nitrógeno en sus moléculas.

La importancia de las vitaminas

Los alimentos con más vitaminas deben estar en nuestra dieta habitual porque son realmente importantes. Sus carencias pueden llegar a provocar la muerte inevitablemente y como nuestro cuerpo no puede fabricar por sí mismo la gran mayoría de ellas, es importante que consumamos los alimentos con más vitaminas para evitar tener carencias de algunas de ellas. Gracias a las vitaminas podemos gozar de una salud de hierro y evitar que desarrollemos serias enfermedades que podrían complicarse a medida que envejecemos. Estos nutrientes actúan como un catalizador de los procesos fisiológicos vitales que nuestro cuerpo realiza constantemente a lo largo de nuestra vida. Los requisitos que nuestro cuerpo pide al día de vitaminas, no son necesariamente altos y con unas pequeñas dosis obtenidas a través de los alimentos, conseguimos alcanzar dicho requisito sin problemas. Cada grupo de vitaminas está destinada a garantizar el funcionamiento correcto de determinadas zonas de nuestro cuerpo y evitar que caigamos enfermos. Aunque mantener un consumo equilibrado de vitaminas parece una tarea sencilla, en ocasiones puede ocurrir que tengamos deficiencia de vitaminas lo cual se denomina avitaminosis y por otro lado, puede ocurrir que tengamos un nivel excesivo de vitaminas que se conoce con el nombre de hipervitaminosis. Lo ideal es que consumamos alimentos con gran cantidad de vitaminas para conseguir un buen equilibrio que será muy beneficioso para nuestra salud y nuestro futuro.

Alimentos con más vitaminas

Los alimentos con más vitaminas suelen ser variados ya que se destacan por contener un tipo de vitamina en mayor cantidad que otros nutrientes. Por ejemplo la vitamina C la podemos encontrar en altas cantidades en la acerola, la cual contiene 1600 mg de dicha vitamina por cada 100 gramos de dicha fruta. La gran parte de los frutos cítricos son ricos en vitamina C, pero también algunas verduras como las espinacas o los pimientos. La vitamina B1 se encuentra fácilmente en la carne de cerdo, el hígado, los riñones, el corazón y en los cereales, además de los frutos secos. La vitamina B2 se encuentra sobre todo en carnes y lácteos, además de algunos vegetales de hoja verde. La vitamina B3 se puede encontrar en las carnes blancas y magras, además del pescado azul y algunas verduras como los espárragos. La vitamina B5 se encuentra presente en gran parte de alimentos pero sobretodo en los cereales y los huevos. Los alimentos con vitamina B6 son mayormente aquellos con azucares refinados y algunas carnes. La vitamina B7 está muy presente en carnes y pescados magros, así como en la yema de huevo y en muchas frutas. La vitamina B9 es más habitual en las legumbres y vegetales de hoja verde. En el caso de la vitamina B12, se encuentra en casi todos los alimentos y derivados de la leche. Las vitaminas A, D, E y K se encuentran en la mayoría de las frutas, verduras de hoja verde y en los lácteos de todo tipo.

La dolomita es un mineral que está compuesto principalmente por magnesio y carbonato de calcio. Sus yacimientos son abundantes y puede encontrarse por casi todo el planeta, en sus diferentes variaciones y colores. Aunque mayormente su uso se ha limitado a la industria donde se fabrican materiales refractarios o como material fundente en la metalurgia y para fabricar vidrio, también tiene ciertos usos en la medicina alternativa y en el cuidado del cuerpo en el mundo del deporte. La dolomita también podría ser utilizada para tratar enfermedades degenerativas de los huesos ya que aporta dos de los minerales esenciales para el buen desarrollo y salud de los mismos.

Propiedades de la dolomita

Entre las diversas propiedades de la dolomita, podemos destacar que esta se encuentra presente en muchos preparados antiácidos, como suplemento de calcio y magnesio e incluso en algunas cremas. Actualmente usamos la dolomita en casi todos nuestros productos de uso diario ya que podemos encontrarla en productos como las pastas de dientes, los polvos para bebés y las cremas faciales. Mayormente el tomar un suplemento de dolomita favorece que nuestros huesos se encuentren en perfecto estado y por tanto podamos desarrollar nuestro ejercicio físico con más eficacia, lo que a su vez nos ayuda en nuestra lucha contra el sobrepeso.

Contraindicaciones de la dolomita

La dolomita posee ciertos efectos secundarios si consumimos más cantidad de la recomendada. Ya que en primer lugar tener más calcio en sangre de lo debido es tan malo como tener menos de lo recomendado, pues podrían aparecer piedras o cálculos en los riñones. También pueden aparecer diarreas, vómitos, dolores de estómago, cambios de humor, insomnio, falta de apetito y si la combinamos con alimentos diuréticos puede provocar exceso de calcio en nuestro organismo. No se debe consumir la dolomita durante el embarazo y la lactancia a no ser que así lo haya recomendado el médico y nunca se debe administrar a los niños pequeños que están en pleno desarrollo.

El agua de hamamelis puedes adquirirlo en prácticamente todas las farmacias ya preparada, pero igualmente puedes hacerla en casa de forma más natural y tan solo preparando una infusión con las hojas de la planta. Tanto su sabor como su aroma son agradables, lo que facilita su uso o consumo en el formato que sea. El agua de hamamelis es más conocida por la gran cantidad de taninos y flavonoides que contiene, con lo cual es un producto natural con propiedades hemostáticas, antiinflamatorias, astringentes y antisépticas entre otras. Por ello suele usarse más comúnmente para tratar los problemas circulatorios de cualquier índole, aunque también es eficaz por este motivo para otros usos más estéticos.

Propiedades del agua de hamamelis

El agua de hamamelis es rica en taninos que aplican unos claros beneficios sobre los vasos sanguíneos así como los capilares y venas de todo nuestro cuerpo, así es capaz de mejorar la circulación sanguínea y con ello tratar problemas como las varices. En cuanto a su alto contenido en flavonoides, estos se encargan de garantizar una buena salud y resistencia en los capilares con lo cual favorece la hidratación de la piel. Estas propiedades son igualmente aplicables al tratamiento contra la celulitis y las acumulaciones de grasa en nuestro cuerpo, con lo cual nos ayuda a conseguir esa figura que tanto deseamos.

Contraindicaciones del agua de hamamelis

El agua de hamamelis siendo un producto natural muy usado, presenta pocas contraindicaciones que de todas formas deben ser tenidas en cuenta. Debido a la gran cantidad de taninos existentes en esta planta, la mucosa gástrica puede terminar irritándose por falta de moderación en su consumo pero esto se puede remediar si añadimos un poco de malvavisco. Para aquellas personas con problemas gástricos como la ulcera gastroduodenal, lo más recomendable es no tratarse con el agua de hamamelis ya que podría empeorar el problema de la ulcera debido a los cambios en la mucosa gástrica que podrían desencadenarse.