¿Quieres reducir las calorías cuando se cocina en casa? Estas ideas innovadoras pueden ayudarle a empezar con ello
¿Dónde está el mejor lugar para encontrar comida de gran sabor y sin grasa y calorías extra? Claramente en tu propia cocina. Si vas a cocinar en casa, tú estás a cargo, y se tiene un sinfín de oportunidades para controlar la cantidad de grasa que añadir y cambiar los ingredientes de la receta para reducir la grasa.
1. La coliflor como sustituto de almidón
Un estudio reciente de la British Columbia mostró una significativa pérdida de peso y los niveles de colesterol entre los participantes que siguieron un plan de alimentación basado en una versión moderna de una dieta tradicional de las Primeras Naciones. El plan sustituye los alimentos con almidón como las pastas, el arroz y las patatas con verduras sin almidón, incluyendo la coliflor. Por una alternativa baja en carbohidratos sabroso, triturado de coliflor; su sabor suave puede ser sazonado con un poco de ajo o curry en polvo. Una taza (250 ml) proporciona sólo 29 calorías y cinco gramos de hidratos de carbono, en comparación con 216 calorías y 45 gramos de carbohidratos para obtener la misma cantidad de arroz de grano largo. Cocina de esta manera y te ahorrarás nada más y nada menos que: 187 calorías, 1 g de grasa, 40 g de carbohidratos por 1 taza (250 ml) de servir.
2. Cocina con la piel, entonces luego ya se la quitas
Cuando se tira de la piel del pollo antes de cocinar, incluso si se coloca la carne en papel de aluminio, estás creando más grasa. Sin embargo, comer la piel difícilmente va a ayudarte a reducir la grasa de la dieta. Así que cocina con la piel y luego procede a descartarla antes de servir. Eso suma sólo un gramo de grasa por porción, pero mantiene los jugos en su punto. Frota el ajo y las hierbas bajo la piel para realzar el sabor. Cocina de esta manera y te ahorrarás: 56 calorías, 7 g de grasa por 4 onzas (113 g).
3. Potencia al máximo el sabor a queso
El queso puede ser una tentación alta en grasa, pero comer menos grasa no significa que resulta que estés atascado con insulsas variedades sin grasa. Elige una gran degustación de quesos, y sólo tienes que utilizar menos de la misma. Si una receta requiere una taza (250 ml) de queso cheddar, por ejemplo, usar 1/2 taza (125 ml) de queso parmesano en vez de un sabor más intenso y satisfactorio. Cocina así y te ahorrarás: 250 calorías, 24 g de grasa por receta.
4. Haz tu propia carne, si se puede decir así
Las hamburguesas son un elemento básico en el primer mundo, pero una versión de supermercado decadente puede superar 37 gramos de grasa y las 440 calorías. Lo mejor es usar carne picada de pollo como sustituto de la carne y mezclar con los ingredientes a la humedad y con fibra energética, como los frutos secos, cebollas o incluso piña. (Consejo: Utiliza una clara de huevo para unir todo junto) Ahorrarás: 200 calorías, 23 g de grasa por 6 onzas (170 g).