Los
carbohidratos son, junto con las proteínas y los lípidos, componentes esenciales de los seres vivos y su nutrición, porque son uno de los principales intermedios biológicos del almacenamiento y el consumo de energía. En organismos autotróficos, como las plantas, los azúcares se convierten en almidón para su almacenamiento. En organismos heterotróficos, como los animales, se almacenan como glucógeno y luego se utilizan como fuente de energía en las reacciones metabólicas, su oxidación durante la digestión de carbohidratos.
Los carbohidratos (también llamados "azúcares") son la principal fuente de energía que necesita el cuerpo, ya que en una dieta normal representan más de la mitad de la ingesta de energía. Se usan para la función cerebral y el metabolismo energético, especialmente a nivel muscular.
Principales categorías de carbohidratos
Hidratos de carbono complejos (cereales, pasta, arroz, legumbres, patatas, etc.), llamados azúcares lentos porque se digieren lentamente después del procesamiento. Gradualmente liberan su energía durante varias horas; por lo tanto, tienen un efecto beneficioso sobre la salud.
Hidratos de carbono simples (azúcar de mesa, confitería, productos dulces y bebidas, pero también frutas, zumos de frutas, etc.), los llamados azúcares rápidos porque se digieren rápidamente, sin transformación. Estos carbohidratos actúan como un látigo en el cuerpo, ya que traen azúcares inmediatamente utilizables. Pero, consumidos en grandes cantidades, están en el origen de los trastornos metabólicos.
Algunos carbohidratos no son asimilados por el cuerpo; no participan en el suministro de energía: son las fibras, presentes especialmente en las verduras cocidas. Debido a que las verduras no aportan energía, ¡podemos comerlas a voluntad!
Los carbohidratos deben representar entre el 50 y el 55% de la ingesta total de energía proporcionada por la dieta diaria. Esta contribución varía según la edad, el sexo, el estilo de vida (actividad física).
Por lo tanto, debemos aprender a estimar la cantidad de carbohidratos proporcionados por los alimentos para obtener la cantidad que nuestro cuerpo necesita (muy poco = riesgo de hipoglucemia, demasiado = riesgo de hiperglucemia). Su dietista (o médico) puede ayudarlo a determinar la cantidad de carbohidratos que necesita diariamente