El principal problema de quien entra en dietas muy restrictivas es el hecho de padecer hambre. Lo mejor es consumir alimentos que aumentan la sensación de saciedad, lo que aumenta el bolo alimenticio. Esto hace que la comida tarde más tiempo en ser digerida y gaste más energía el estómago. En este artículo hablaremos de algunas de estas comidas, que puedes incluir en tu alimentación hoy mismo.
Huevos: la proteína, presente en el huevo en gran cantidad, requiere aproximadamente de un 30% más de energía del cuerpo para ser digerida. Por lo que ayuda a saciar.
Canela: Esta especia ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, haciendo que las crisis de hambre disminuyan. Puedes consumirla añadiendo una cucharada de té en leche.
Pimienta roja: Además de sus propiedades termogénicas, que hacen que tu cuerpo aumente de temperatura y gaste más calorías, la pimienta roja cuenta con una sustancia denominada capsaicina, que suprime el apetito. Sólo ten cuidado para consumirla con moderación, ya que puede ser muy agresiva para el estómago y el intestino, pudiendo generar problemas como gastritis si se consume en grandes cantidades.
Frijol: En general, todos los tipos de frijol ayudan a estimular una hormona vinculada al tracto digestivo, lo que disminuye las ganas de comer. Además, es uno de los alimentos más rico en fibras.
Ensaladas: Prueba a separar las comidas como el desayuno y la cena en dos. Come primero un plato que contenga sólo ensaladas. De esta forma, verás que el segundo plato será mucho menor, ya que el estómago ya contará con alimento.
Salvado de trigo: Mezclado con otros alimentos, aumenta el volumen del plato, además de reducir el índice glucémico, que suele ser bastante elevado en alimentos como la pasta y el arroz.
Calabaza: Es una verdura que cuenta con pocas calorías y es rica en fibra; prácticamente, podemos consumir las piezas que deseemos. Puede ser servida asada, cocida, dulce o salada, y en las más diferentes recetas.
Zanahoria: Además de ser rica en fibras, consumirla cruda ayuda a controlar el apetito. Esto porque su textura firme requiere bastante masticación, y esto hace que el cerebro mande la señal de que el cuerpo ya está saciado.
Piña: Por ser un alimento rico en fibras, mantiene el cuerpo ocupado con su digestión por más tiempo. Además, es rico en vitaminas y minerales, nutrientes que te ayudarán a equilibrar el organismo, alejando el demonio de la gula.
Queso blanco: En especial el cottage, tiene muy pocas calorías y aún contiene algo de proteína, que, a semejanza del huevo, tarda más tiempo para ser digerido.
Alimentos integrales – ya sea en forma de pan, arroz o cualquier otro, los alimentos integrales ayudan a disminuir el apetito por su gran riqueza en fibra. Además, al no ser procesados, se conservan todos los nutrientes responsables por promover un mejor estado de salud en nuestro organismo.
Si estás pensando en llevar a cabo una dieta enfocada a la pérdida de peso, te recomendamos incluir los alimentos antes mencionados.
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