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Coenzima Q10 es una sustancia que se comporta de forma muy similar a las vitaminas y que podemos encontrarla en diferentes zonas de nuestro organismo, pero se acumula de forma más notable en el hígado, el páncreas, los riñones y el corazón. Pero tiene un uso destinado como medicamento, ya que puede sintetizarse en laboratorio. La función principal de la Coenzima Q10 que tenemos en nuestro cuerpo, es la de estimular la producción de ATP que es una molécula de las células que transfiere energía. Aunque se conocen propiedades curativas de la Coenzima Q10, también se han realizado estudios que confirman que su interacción con el organismo ayuda a perder peso porque favorece el metabolismo, de forma que aumenta los niveles de energía y mejora la capacidad natural de quemar la grasa corporal. Por lo que una ingesta habitual sumado a una dieta sana y un poco de ejercicio, otorga resultados muy notables en cuanto a la pérdida de peso si lo comparamos con no haberla tomado durante el proceso. Es por ello que conforme llegamos a la tercera edad, nos es más difícil perder peso y es que a ciertas edades los niveles de Coenzima Q10 del cuerpo, disminuyen de forma muy notable.
Las propiedades de la Coenzima Q10
Además de que nos ayuda a perder peso porque favorece la quema de grasas ante cualquier ejercicio que practiquemos, la Coenzima Q10 posee otras propiedades beneficiosas para nuestra salud. Desde ya algún tiempo, se utiliza como tratamiento para las enfermedades del corazón como angina de pecho, insuficiencia cardiaca congestiva y para paliar los problemas cardiacos derivados de algunos tratamientos contra el cáncer. Asimismo, también se hace uso de ella para fortalecer el sistema inmunológico de personas con Sida y para aliviar los dolores musculares que pueden ocasionar algunos medicamentos contra el colesterol. Otros usos muy habituales son para tratar la presión arterial alta, reducir los ataques de migrañas y cefaleas o mejorar el rendimiento físico de los pacientes con distrofia muscular. Desde hace poco se estudia sus posibles aplicaciones para tratar la enfermedad de Parkinson ya que se ha demostrado que puede retardar el deterioro que sufren los pacientes al inicio de la enfermedad, pero tienen ningún efecto aparente una vez que el Parkinson se ha declarado. Existe la errónea creencia de que la Coenzima Q10 ayuda a mejorar el rendimiento atlético, cosa que no es cierta ya que aunque puede mejorar la producción de energía y por tanto si ayuda a quemar grasas, no es un complemento que proporcione la energía necesaria para mejorar el rendimiento típico de un atleta profesional.
Posibles efectos secundarios
La Coenzima Q10 es mayormente segura para las personas en cualquier rango de edad, siempre que exista la supervisión médica. En principio pueden aparecer efectos secundarios como nauseas, vómitos y diarreas que se pueden contrarrestar si se divide la dosis diaria en varias tomas. Durante el embarazo y la lactancia se recomienda no tomarla ya que aún no existen suficientes estudios que determinen cuáles son sus efectos sobre la madre y el feto. A pesar de que los efectos secundarios son mínimos, puede haber contraindicaciones e interacciones con otros medicamentos como por ejemplo la quimioterapia, que podría disminuir su eficacia frente al cáncer debido a los antioxidantes de la Coenzima Q10. Los medicamentos contra la presión arterial alta no son compatibles porque la misma Coenzima Q10 disminuye la presión arterial y la Warfarina que es un retardante de la coagulación sanguínea puede no hacer efecto porque la Coenzima Q10 acelera el proceso de coagulación, lo que podría derivar en la formación de coágulos sanguíneos muy peligrosos para su salud. También debemos tener en cuenta y llevar cuidado a la hora de consumir levadura roja pues esta reduce los niveles de la coenzima de forma alarmante.