Cuando te dan una dieta lo más normal es que la dieta estén en base a las calorías que has de consumir, no a los macronutrientes, entendiendo por ellos los hidratos de carbono, proteínas y grasa, que haya en la dieta. Si es cierto que hay dietas de, por ejemplo, 1000 calorías, que difieren una de ellas según tengan más o menos macronutrientes.
Es por esto que una se puede preguntar qué diferencia hay entre una y otra y lo cierto es que, si nos basamos en un estudio que se realizó en Febrero de 2009 en The New England Journal of Medicine por miembros del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard no hay muchos, más que nada porque casi todos perdían el mismo peso ya sea que usaran una dieta más rica en macronutrientes o más pobre en ellos.
Esto nos lleva a la conclusión de que no son los macronutrientes, es decir, no es lo que consumes lo que te hace engordar o adelgazar sino la cantidad de lo que comes. Si comes menos, el cuerpo, cuando se queda sin energía, ha de quemar más y por eso coge de las reservas (es decir, de nuestro peso) para paliar la falta de energía. Ese es el motivo por el que se adelgaza, porque no le das a tu cuerpo más que lo necesario y, si necesita más, ha de usar las reservas que tiene para hacerlo.
Tampoco podemos ser tajantes y decir que los macronutrientes no sirven para nada, o que da igual que consumamos mucha grasa e hidratos de carbono, que no pasa nada, porque no es cierto, sí que pasa. Las dietas, aunque los médicos den las mismas a cada paciente, no sirven por igual a todos. Hay personas que tienen sobrepeso no por comer sino por problemas hormonales, y a veces incluso sin esos problemas. Por eso, lo mejor en estos casos es adecuar la dieta a la persona, no al revés.