El
chitosan es una sustancia que se extrae de la cascara, caparazón o exoesqueleto de algunos crustáceos como las gambas o los cangrejos y se le conoce con otros nombres como quitosan o quitina. Dicha sustancia fue descubierta en el 1859 y ya desde entonces comenzó a utilizarse como una ayuda para el crecimiento de las plantas y protegiéndolas de ciertos hongos. También es usado para la depuración y filtración del agua, de forma que es capaz de remover las partículas que quedan en suspensión en el líquido elemento. Pero poco después se descubrió que gracias a sus propiedades podría ser usado para ayudar en el tratamiento de la obesidad y como suplemento para las dietas.
Propiedades del chitosan
La propiedad más llamativa del chitosan es quizás su capacidad de adherirse a ciertas moléculas, de modo que en el intestino es capaz de evitar que las moléculas de grasa o de colesterol sean absorbidas por nuestro organismo. De este modo no solo evitamos acumular grasas nocivas para nuestra salud, si no que nos ayuda a mantener un peso saludable y favorece los buenos resultados de nuestra dieta. Lo mejor de todo es que se trata de un producto muy natural con una casi nula toxicidad que nos proporciona las herramientas necesarias para perder esos kilos de más que nos sobran.
Efectos secundarios del chitosan
Aunque el chitosan es una sustancia natural extraída del caparazón de algunos crustáceos, pueden aparecer efectos secundarios si alargamos demasiado su consumo. Es fácil que aparezcan síntomas tales como flatulencias, estreñimiento y diversas molestias gastrointestinales. Por otro lado, aquellas personas con alergia al marisco deben tener mucho cuidado si deciden tomar chitosan ya que las reacciones alérgicas podrían aparecer e incluso ser bastante graves, dependiendo del grado de alergia que se tenga al propio marisco. Muchos estudios han revelado que las propiedades del chitosan no son relevantes, pero muchas personas afirman que realmente funciona.