La
anorexia nerviosa también conocida simplemente como anorexia, es un trastorno alimenticio a la par que una enfermedad mental que junto con la bulimia son casi una epidemia que no deja de extenderse entre la población más joven. Este trastorno afecta principalmente a las mujeres en edad adolescente y continua a lo largo de su vida si no se someten a un duro tratamiento, en los hombres también existen casos pero en menor número. La anorexia implica un rechazo paulatino hacia la comida y un miedo obsesivo a engordar que provoca que el paciente pierda peso de forma alarmante hasta llegar a morir de inanición o por complicaciones causadas por la falta de una correcta alimentación. El paciente tiende a tener una imagen distorsionada de su cuerpo y aspecto físico, viéndose siempre como una persona obesa por mucho peso que haya perdido, lo que le hace vivir en un círculo vicioso en el que el único propósito de su existencia es evitar la comida y perder kilos sin parar. Actualmente esta enfermedad es muy habitual entre las jóvenes adolescentes y se ve acrecentada por las presiones sociales a las que se suelen ver expuestas, a los cánones de belleza que exigen un cuerpo escultural y a sus propias inseguridades frente a su físico.
Detectar una anorexia nerviosa
Detectar la anorexia nerviosa puede resultar una tarea sencilla cuando la enfermedad ya está avanzada y comienzan a notarse en el cuerpo del paciente la exagerada pérdida de peso. Pero existen algunas pautas típicas entre las personas enfermas de anorexia que delatan la presencia de la enfermedad. Entre los diferentes síntomas de anorexia nerviosa que podemos diferenciar tenemos los menores que son cefaleas constantes, la aparición de caries o la poca capacidad de concentración en momentos de estrés, además de los cambios radicales de humor. Los síntomas psicológicos suelen presentar depresión aguda, episodios de ansiedad generalizada, ciertos trastornos de personalidad además de un severo trastorno obsesivo-compulsivo que se va haciendo más evidente conforme avanza la enfermedad. Otros síntomas visibles de la anorexia nerviosa es un callo numular que aparece en el dorso de la mano y es causado por el roce repetitivo de los dientes contra la mano en el momento de introducirse los dedos para vomitar. Por desgracia cuando la enfermedad ya está haciendo estragos en el cuerpo, aparecen los signos más evidentes y peligrosos que son la pérdida de peso exagerada y los problemas cardiacos debido a la debilidad. En el comportamiento habitual del paciente se hacen visibles serios cambios en su forma de ser como la agresividad, la tristeza y los evidentes intentos de evitar consumir alimentos frente a los demás.
Tratamiento de la anorexia nerviosa
El tratamiento para la anorexia nerviosa es un duro camino para los pacientes ya que se les impone un enfrentamiento constante a sus miedos, no sin ayuda farmacológica y psiquiátrica. En primer lugar se considera comenzar con una terapia nutricional en la que es necesario introducir las calorías necesarias para que el organismo recupere su estado normal y saludable, quizás siendo esta la parte más complicada ya que los pacientes se niegan a volver a comer y estos deben ser vigilados en todo momento para que no vomiten los alimentos ingeridos. Como apoyo para paliar la depresión y la ansiedad, además de eliminar esa visión distorsionada de sus cuerpos, se utiliza la terapia farmacológica en la que se trata de establecer un equilibrio mental optimo del paciente, para que este pueda enfrentarse a la solución de su problema con menos sufrimiento. Por último, se hace uso de la terapia psicológica para llegar hasta el desencadenante de la anorexia nerviosa y atacar el problema de raíz. Esta parte de la terapia puede aplicarse de forma individual, familiar o grupal para que el paciente sea consciente del apoyo de su familia y de que su problema no es un caso único.